"Termino mi café. Ese delicioso café que estaba (parafraseando un dicho turco sobre el café perfecto y que nunca recuerdo bien) negro como la noche, caliente como el infierno, amargo como la vida. Y salgo."
Negro como la noche
Soy un ser de obscuridad, qué diría aquella canción de los Caifanes. Como esas obsidianas que atesoro, brillo suficiente en mi oscura dureza y corto con facilidad ahí donde fui quebrado. Soy flecha, cuchillo para sacar corazones sangrantes, hacha para decapitar y elevar ofrendas a los infinitos. No hay queja que valga, lo sabías: estabas condenada a que te abriese el pecho y sacase la canción de tu sangre al sol.
Caliente como el infierno
Un febrero como éste metías tus manos bajo las mías y decías disfrutar de mi calor mientras me pedías que masajeara tu cuello. Te encantaba entrar a mi casa por las tardes a encender pequeños infiernos en mi cabeza. Nunca te gustó el calor en realidad, y mucho menos te gusté yo. Solo disfrutabas de poner calentar el agua a punto de ebullición. Maldita.
Amargo como la vida
Es contranatura querer endulzar lo que debe ser amargo per se. El café se toma sin azúcar y la vida es amarga. Y en su amargor habrá de disfrutarse la vida, como se disfruta de un espeso café de palo a las cuatro de la tarde: con un pedazo de semita* alta con dulce de panela, de la "Ayúdame a Vivir" que le mientan.
Y salgo.
Victor
* Yo escribo semita con S. Aunque la RAE diga que va con C.
3 comentarios:
Quizá la rae piensa que se trata de las "cemitas" que son unas tortas aqui en Mexico
Café + semita = rulz!
al cesto la RAE, semita es y será siempre con S, al menos la mieluda.
Café amargo? y por qué? para mí el café es con chocolate y más dulce que el dulce...=)
Publicar un comentario